Los recientes acontecimientos en el universo Marvel con el desmantelamiento de Shield (Strategic Hazard Intervention, Espionage and Logistics Directorate) me han traído a la memoria la serie Nick Furia Vs Shield, publicada en 1989 que narraba como tras recuperar una fuente de energía altamente inestable en el desierto de Nuevo México y perderla inmediatamente después a manos de Hydra (corta un miembro....), El bueno de Nick Furia descubre una conexión entre Hydra y Roxxon la corruta multinacional que a finales de los 80 y principios de los 90 dio tanto mal en Marvel. A Nicky casi se le cae el ojo sano al ver que Roxxon tiene acceso a los archivos de personal de Shield, lo pone en conocimiento de sus superiores (unos tipos siniestros que responden al nombre de El Comité) que no solo desestiman una intervención a gran escala contra Roxxon sino que acusan a Furia de traidor y lo ponen el primero en la lista de los mas buscados de América. A partir de aquí siguen unos números de acción trepidante en los que Nick Furia es perseguido sin descanso por los que antes eran sus hombres, es traicionado por algunos de sus más íntimos amigos y cuando esta a punto de tirar la toalla, el viejo soldado veterano de la Segunda Guerra Mundial y sostén de varias tabacaleras decide contraatacar. Con la ayuda de Alexander Pierce, un agente de Shield de bajo nivel, empieza a levantar la alfombra para descubrir la basura que hay debajo.En esta serie Furia viajara alrededor de mundo maldiciendo y pegando tiros para descubrir que todo en lo que creía y por lo que había luchado era una cochina mentira. Uno de mis cómics favoritos al que quizás los acontecimientos posteriores a la serie le han restado importancia. Bob Harras se curra los guiones y consigue que el lector se meta de lleno en esa sensación de agobio y amargura que transmite Nick en toda la serie sin dejar de lado el excelente trabajo de Paul Neary a los lapices. Como curiosidad reseñar que las portadas de la edición española fueron dibujadas por el ahora mundialmente conocido Carlos Pacheco.


