KANG

En un futuro donde la humanidad ha alcanzado cotas de bienestar tales que molestias como tener que remover el azúcar del café o darle al botón del mando ha distancia han quedado superadas y la tierra vive la conocida como "Era de la Ilustración", las mentes inquietas no pasan por su mejor momento. Kang cuyo verdadero nombre se ha perdido en el tiempo vivía amargado viendo viejas películas de John Wayne y soñando con gestas pasadas. Le asqueaba como el hombre había perdido la ambición de la conquista y se alieno del resto de la sociedad volviendo su mirada más al pasado que al presente que le rodeaba. Investigando su árbol genealógico tropezó con la posibilidad de ser un descendiente del tirano del Siglo XX Víctor Von Muerte y encontró la mayor creación de este, su maquina del tiempo. Kang vio la oportunidad de aplacar su fuego interior y utilizo la maquina para viajar al antiguo Egipto donde adquirió la identidad de Ratma-Tut y gracias a su tecnología del futuro no le fue muy difícil hacerse nombrar faraón y embestirse con poderes cuasi divinos. Era cuestión de tiempo que los 4 Fantásticos en una de sus aventuras a través del tiempo se toparan con él y lo derrotasen tras una huida hacia el futuro Kang adquiriría una nueva identidad, El Centurión Escarlata, nombre con pegada que no evito que los Vengadores le dieran una tunda y lo volviesen a expulsar de la realidad, en su nueva huida la maquina del tiempo tuvo algunos problemillas a lo Marty Mcfly y termino en el siglo XL donde la humanidad se dedicaba a darse de yoyas los unos a los otros. Kang vio la oportunidad y diseño una armadura inspirada en la de su supuesto antepasado el Dr. Muerte se bautizo así mismo como Kang el conquistador y se hizo con el cotarro a base de demostrar que los tenia mejor puestos que nadie. Tras "pacificar" la Tierra se lanzo a la conquista de todo planeta que se pone a tiro. Sumando victoria tras victoria Kang se convirtió en el azote del futuro pero su mente siempre volvía a su vieja obsesión del siglo XX que intentaba conquistar una y otra vez siendo derrotado generalmente por los Vengadores que acabaron convirtiéndose en sus más encarnizados enemigos. Entre batalla y batalla Kang se quedo prendado de la princesa Ravonna (curioso nombre, pardiez) la hija de uno del rey de uno de sus planetas conquistados. Kang reclamo a Ravonna para él por derecho de conquista y su padre que iba a hacer sino concedérsela. El "amor" había vuelto blando a Kang que decidió perdonar la vida al padre de Ravonna pese a que segun la costumbre de la época había que ejecutar al monarca que anteriormente desafiaba a Kang después de conquistarle, Baltag el jefe de la guardia de élite de Kang ante esta demostración de debilidad traiciono al conquistador y solo el sacrificio de Ravonna que se puso en medio cuando Baltag disparo por la espalda al conquistador salvo la vida de Kang. Perdido el amor Kang se centro en el trabajo, es decir conquistar más y darse guantazos con los vengadores. En una de estas incluso consiguió recuperar a Ravonna sacándola de la corriente temporal antes de su muerte manteniéndola desde entonces como consorte a su lado. Como es natural en un personaje con tantos viajes en el tiempo como Kang, es responsable de un buen numero de paradojas que los guionistas de turno han sabido justificar con más o menos coherencia. El ultimo y definitivo intento de aclarar todas las dudas creadas acerca del personaje lo hizo Kurt Busiek en la magistral serie limitada Siempre Vengadores donde se hace un repaso a toda la historia de los heroes más poderosos de la Tierra, serie recomendadísima. Kang acabaría descubriendo que su destino era al final tras siglos de luchas y conquistas, convertirse en Inmortus una especie de Historiador que se dedicaba a vigilar la corriente temporal y trapichearla de cuando en cuando. Kang se rebelo contra ello y gran parte de sus esfuerzos desde entonces han sido evitar esa transformación.
Kang es uno de los villanos con más solera de Marvel. Lleva muchos años repartiendo estopa por aquí y eso merece un respeto, un gran villano que todavía dará mucho que hablar.