EL CASTIGADOR

Decisiones, Clint Barton dijo una vez que la vida solo era tomar decisiones y vivir con las consecuencias. Decisiones tan aparentemente inofensivas como llevarte a u familia de picnic a Central Park. Como una decisión tan aparentemente intrascendente puede cambiarte la vida, ¿como ibas a imaginar que tu familia quedaría atrapada en el fuego cruzado de un Tiroteo entre familias de la mafia que estaban resolviendo sus diferencias en el parque? Aquel día la familia del exmarine Frank Castle murió y el mismo fue dado por muerto, pero cuando descubrió que no lo estaba comenzó una guerra sin cuartel contra el crimen en todas sus formas.
Gerry Conway y Ross Andru crearían al castigador para la colección de Spiderman a mediados de los 90 y desde el principio se convirtió en un personaje treméndamente popular (como suele suceder con los personajes de gatillo fácil: Lobezno, Cable....) una estética sencilla, un traje negro con una calavera blanca en el pecho y una actitud a lo silencioso pero mortífero eran su tarjeta de presentación ademas de un gasto generoso de plomo que solia desembocar e un buen montón de cadáveres de hampones.
A principios de los 80 Marvel saca varias miniseries con el personaje como protagonista que tienen una gran acogida por el publico. Editan s primera serie regular y los lectores piden más, recuerden que estábamos en la era Reagan. Castle llega a juntar en las estanterías tres series mensuales contando con dibujantes como Mike Zeck o un joven Jim Lee. Duraria hasta mediados de los 90 cuando se cancelan las series y el personaje pasa al ostracisto del que lo rescataría Garth Ennis (¿por que eres tan bueno?) dentro del sello Marvel Knights con los resultados que todos podemos disfrutar. Autores buenos, cómics buenos es así de simple. Durante las Civil War y el posterior reestructuramiento del universo Mavel, Castle ha decidido ademas de continuar su guerra, rendir tributo al fallecido Capitán América del que recientemente se ha descubierto que representa una especie de figura mítica para el bueno de Frank.