EL DOLOR DE SER MATT MURDOCK II

En 1987 la guionista Ann nocenti coge la colección del cuernecitos y el listón estaba muy alto, a la altura de Frank Miller para que me entiendan. Trabajaran con ella a los lapices Rick Leonardi y el Señor John Romita Jr. que desde entonces se ha convertido en una megaestrella con una fidelidad a Marvel como la que solo puede tener un hijo de su padre. Los resultados fueron excepcionales, cuando se pensaba que ya no se podía hundir mas a Daredevil, cuando parecía que Miller le habia hecho tocar fondo Nocenti le lleva literalmente al Inferno.
Habíamos dejado a Matt sin licencia para ejercer la abogacía, con su piso por los aires, con su ex en brazos del tontorrón de Foggy Nelson, con Elektra muerta y con Kingping muy cabreado. A cambio ha recuperado la paz interior, acallado a sus demonios y Karen Page ha dejado el porno y ha vuelto con él. Ahora se dedica a asesorar legalmente y sin animo de lucho a los residentes de la cocina del infierno ayudado por David, un joven abogado y por un pintoresco grupo de personajes marginales, Matt deja atrás las fiestas de la alta sociedad y los grandes casos para defender al ciudadano de a pie contra los abusos del sistema al tiempo que sigue saliendo en mallas para combatir el crimen como Daredevil. Quizás Matt Murdock en ese momento sea más héroe que nunca pero como no podía ser de otra forma las cosas empezaron a ir cuesta abajo.
Cuando empieza a combatir contra los desahucios ilegales de inquilinos indefensos ante el monstruo inmobiliario o denunciar los vertidos toxicos de las megacorporaciones, el mismo sistema que antes habia defendido comienza a acosarle para obligarle a cerrar su asesoria. Nada que Daredevil no pudiera resolver pero si en esta ecuación metes a una mujer muy mala (mala, mala, mala) es demasiado para cualquier superhéroe.
Kingpin quería vengarse de Matt Murdock por arruinar su ascenso a las altas esferas neoyorkinas y se lo monta muy bien el gordo. Había acabado con todo lo que creía que tenia sentido en la vida del abogado ciego: su trabajo, su casa.... pero comprendió que si realmente quieres acabar con un hombre tienes que destrozarle el corazón. Contrata a una zorra psicópata como María Tifoidea para que enamore perdidamente a Matt y después le abandone. María Tifoidea es un personaje estupendo, una tarada con doble personalidad en cuya cabeza conviven la dulce e ¿inocente? María y la arpía loca de Tifoidea. María es frágil y agradable, Tifoidea tiene unos machetes que sabe utilizar muy bien y poderes pirotécnicos (pone caliente hasta a un eunuco) su corazón late de forma distinta, huelen de forma distinta chungo para un ciego con supersentidos. Matt se cuelga por ella (hasta kingpin se cuelga por ella) y traiciona a Karen Page dejando a nuestro buen cristiano con un gran sentimiento de culpa y a punto para que Tifoidea reclute a los tipos que más ganas tenían al cuernecitos (lo mejor de cada cárcel) para que lo apalicen uno por una dejándolo vivo para el siguiente, Tifoidea aparece al final y tira a nuestro héroe de un puente justo a tiempo para que estallen los acontecimientos de Inferno y los demonios invadan la ciudad, un Daredevil destrozado por dentro y por fuera tiene que enfrentarse en su peor momento a dentistas poseídos, buzones de correos antropófagos, una linea de metro demoníaca........ mientras Karen y la Viuda Negra le buscan a él no sin encontrar sus propios problemas del averno. Matt termina en un hospital donde Tifoidea le cuenta a Karen la traición y esta despechada le abandona. Ya no le queda nada finalmente entre Kingpin y Tifoidea han conseguido acabar con todo lo que le importaba a Daredevil que tras tomarse unas cervezas con el diablo quema sus recuerdos y abandona New York para volver a encontrarse a si mismo.