NOCHE DE MIEDO 2

Después del inesperado éxito que tuvo Noche de Miedo, la película sobre el adolescente que descubre que su vecino es un vampiro, llevo a que tres años más tarde lanzasen una secuela que esta casi tan bien como la primera.
Charlie, ha dejado la casa de su madre y ahora estudia en la universidad, tiene una novia rubiaca seguramente porque no pudieron conseguir que la encantadora Amanda Bearse repitiera el papel y después de unos añitos de terapia se ha convencido de que los vampiros no existen y de que su vecino no era más que un psicópata que secuestro a su novia y asesino a su mejor amigo. Charlie no aprende que la ignorancia es felicidad y que la curiosidad mato al gato y sigue con la desagradable costumbre de espiar a los vecinos con su telescopio y cuando al edificio de enfrente se muda una misteriosa hembra buena, el voyeur que lleva dentro se revoluciona y no puede resistir la tentación de echar una miradita. El pobre Charlie se queda de piedra cuando vuelve a verse otra vez cual John Mcleane en la misma situación del pasado, la vecina se esta dando un festín con la sangre de un julandra. Los vampiros han vuelto, a tomar por culo todos los años de terapia, solo hay un hombre que puede ayudar a Charlie y ese no es otro que Peter Vincent, el gran matavampiros. Peter Vincent sigue con su programa de televisión Noche de Miedo y ha hecho un ejercicio de autonegación parecido al de Charlie y lo último que quiere en su vida es volver a enfrentarse a las criaturas de la noche. Para evitar que Charlie se meta en líos accede a acompañarle a casa de su vecina y para que se convenza de que esta no es una vampira. ¿Por que no va a serlo me pregunto yo? Cuando has tenido la prueba evidente de la existencia de los vampiros tan cerca que has podido verte reflejado en sus colmillos y has olido el fétido aliento de años de dieta basada en la hemoglobina lo raro es que no salgas a la calle bien pertrechado con una estaca y poniéndole un crucifijo en la cara a cualquiera que veas un poco paliducho mirando avidámente algún cuello. En la casa de la vecina lo que se encuentran es un sarao que ríase usted de las bacanales de Enrique "Ponte" y Luis Miguel, la supuesta criatura del averno ha montado un hallowen particular donde se marca un numerito de danza contemporánea siniestra y se presenta como Regine, una actriz europea especializada en espectáculos de terror (más o menos como Pene), Charlie se larga de la fiesta no muy convencido, Vincent se queda porque hay mozas a mansalva en la fiesta y con la cantidad de alcohol y seguramente droja, que ya se sabe como son estos del cine, puede que termine pillando cacho. Vincent empieza a ver cosas que no le gustan y decide repetir la jugada del espejo con Regine que oh sorpresa!!! No se refleja en el espejo. Ya esta armada, Regine pone a sus esbirros (la patinadora de color para darle el toque exótico, el friki licántropo que trata de ligarse a la novia de Charlie y el chófer apasionado por los insectos) a acosar a los protagonistas. Consigue quitarle al bueno de Vincent su programa de televisión, los productores no son tontos y una buena jaca enseñando carne siempre atrae más a la audiencia que un viejuno contando historias. Otra vez todo parece ponerse de cara para los hijos de las tinieblas, Charlie esta vez es el que ha caído bajo el hechizo de la seductora vampira y esta a un paso de completar su transformación en sanguijuela, Vincent y su novia tendrán que darse prisa si quieren darle la vuelta a la situación. ¿Llegaran a tiempo? esto es terror ochentero, no lo dudéis.